El bosque donde habita el viento – Susurros de sauces en la ciudad

Un bosque de sauces en la ciudad ofrece un respiro tranquilo, enseñándonos el ritmo suave y natural de la vida. A veces, basta con quedarse quieto e…
El bosque donde habita el viento – Susurros de sauces en la ciudad

La noche iluminada por la ciudad – El momento en que fuimos uno

Una noche de música, luces y vítores nos recordó que estamos vivos, unidos en ritmo y emoción en el corazón de la ciudad.


Fuegos artificiales y luces desde el escenario,
y los vítores de la multitud entrelazados —
este momento pintó la noche de la ciudad con su tono más cálido.

Algunos vinieron con amigos, otros con familia,
algunos solos,
pero aquí, todos nos movíamos al mismo ritmo.
Palos de luz de colores y ojos brillantes
transmitían emoción y anticipación por el aire.

La música no era solo para los oídos.
Resonaba en el pecho,
como si alguien subrayara una línea intensa
en el capítulo de mi vida.

La realidad puede ser dura y la rutina repetitiva,
pero aunque sea brevemente,
entregarme a una canción, una luz, unos vítores —
quizá sea el mayor consuelo que esta ciudad pueda dar.

Luces entre edificios,
fuegos que suben al cielo,
gente riendo hombro con hombro.
Cada momento
permanece en la memoria como una escena de película.

El tiempo pasó y sonó la última canción,
todos levantando la voz con nostalgia.
“¡Encore! ¡Encore!”

Entonces comprendí —
esta noche, este fervor,
no era solo un concierto,
sino prueba de que estábamos vivos.

Vivimos ese instante,
y nos hizo más fuertes.
Y algún día, en otra noche,
en otro lugar,
cantaremos juntos otra vez,
llevando esta promesa en el corazón.

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