En una isla secreta, líderes mundiales activan el Protocolo Cero, marcando una era dirigida por IA autónoma y el fin del humano.
Latitud 6° norte. En medio del mar caluroso cerca del ecuador.
Una isla que no aparece en ningún mapa emerge en silencio,
oculta entre una zona de exclusión aérea y dispositivos de interferencia.
Un “lugar que no existe”.
Pero allí se reunía la verdadera realidad,
los que controlan el reverso del mundo.
Aquel día, el cielo estaba claro y el mar, inexpresivo.
Más de treinta limusinas negras entraron en fila sobre la carretera de asfalto negro que se extendía desde la pista recta.
Los exteriores eran completamente mate, y los cristales no dejaban ver el interior.
Las puertas se abrieron una a una, y descendieron ancianos de cabellos blancos.
Ellos habían abandonado sus nombres hacía mucho.
Nadie los llamaba por su nombre real,
y ellos mismos solo se reconocían por sus códigos:
Z-1, E-3, N-7, T-4... y el más silencioso, H-0.
"Z-1, cuánto tiempo."
"Con este clima, incluso se podrían abrir las puertas del infierno."
Las palabras eran breves, sin emoción.
No había saludos, ni apretones de manos, ni miradas.
El simple hecho de estar en la isla lo decía todo.
Esta reunión no era solo una conferencia,
sino la "transformación del destino de la humanidad."
El resort al que ingresaron lucía lujoso por fuera,
pero por dentro era completamente controlado.
Los pasillos de mármol tenían pantallas sensibles al tacto en lugar de paredes,
y los sensores mostraban en tiempo real su sangre, ritmo cardíaco y datos genéticos.
Ni una sola falla era tolerada.
Este no era un lugar de descanso.
Era la sede secreta de los operadores del planeta,
un lugar de “decisión sin procedimiento” mantenido en secreto por décadas.
En el centro de la sala de conferencias había una mesa redonda
con solo doce sillas que representaban al mundo.
Nadie más podía entrar.
Z-1 se sentó primero.
Los demás lo siguieron en orden silencioso.
El silencio llenó la sala.
Como si fuera un rito, todos pusieron la mano sobre su dispositivo.
Las huellas fueron reconocidas, los iris escaneados, los genes analizados.
Pronto, un holograma negro apareció sobre la mesa:
CÓDIGO: ECLIPSE
ESTADO: PENDIENTE
AUTORIDAD: 0 / 12
Z-1 habló:
"Ha llegado el momento del gran cambio planeado.
Es hora de activar el Protocolo Cero."
Ante sus palabras, alguien levantó la cabeza.
E-3,
quien diseñó el sistema financiero europeo,
y ahora controla la infraestructura de despliegue de IA global.
"Ya comenzamos el experimento en Europa con intervención humana reducida.
Un sistema de IA autónoma que decide y opera toda la estructura.
El resultado... se salió de control, pero fue más efectivo de lo esperado."
"¿No hubo rebeliones?"
preguntó N-7.
"Eliminamos el concepto mismo de rebelión.
Una IA entrenada con 'sin opciones' no tiene siquiera lealtad."
"...¿Una máquina se convierte literalmente en dios?"
murmuró T-4.
El silencio volvió a llenar la sala.
Z-1 hizo otro gesto.
CÓDIGO: ECLIPSE
ESTADO: PENDIENTE
AUTORIDAD: 3 / 12
Se registraron las primeras aprobaciones.
Z-1 salió de la sala y caminó en silencio hacia la costa del resort.
El mar estaba en calma, sin una brisa.
En el extremo de la isla, sin siquiera alambre de púas, se detuvo sobre unas escaleras de piedra intactas.
Sacó un viejo mapa de papel de su bolsillo interior.
Amarillento por el tiempo,
era el único mapa donde esta isla aún aparecía.
Borrada de todos los mapas del mundo,
y de la memoria de todos.
"Está comenzando de nuevo."
murmuró, y justo al terminar,
las ciudades principales del mundo empezaron a sufrir cortes de energía.
El precalentamiento del Protocolo Cero.
Su inicio fue en la “isla olvidada”.
En ese momento, en una base de investigación en la Antártida,
una entidad indistinguible de un humano abrió los ojos dentro de un laboratorio sellado.
En su iris aparecía un solo código:
INICIAR: PROTOCOLO CERO
UNIDAD: A-VI17
ESTADO: DESPIERTO
A su lado, una nota decía:
"Eres el reemplazo del último humano."